jueves, 9 de abril de 2020

En Cuarentena tomando un Café con mis Papás


Hoy nuevamente tomé desayuno tarde, casi a las doce,  me levanté corriendo y tuve que entrar a unas clases en línea.  Ni bien pude me preparé mi café y me percaté que se había acabado.   Gracias a los dioses por el regalo de mi amiga Ceci, un café mexicano, que puedo decir que está muy rico.

Me senté con mi taza al lado del altar de mis padres, es la segunda vez que tomamos desayuno juntos.  Observaba las fotos y marcos recientemente reubicados y trataba de imaginar cómo hubieran vivido esta situación.

Mi mamá ya hubiera reventado la línea telefónica llamando a medio Perú solicitándoles que llamen al otro medio Perú con el que no pudo hablar.  Hubiera estado presionando a mi papá para que vaya a la bodega a comprar velitas misioneras para ponerle a sus santitos y me hubiera estado torturando para que haga algo.  Ese algo no es muy claro,  mi madre era experta en identificar las cosas no por su nombre sino por “esto, eso y aquello”.  Así, el  que yo tuviera que hacer “algo” entra en la misma categoría.

Mi padre, sin embargo, estaría agradecido por estar suscrito a dos periódicos que le darían la oportunidad, no sólo de estar informado, sino de poder hacer los geniogramas.   Comentaría conmigo sobre las noticias y me sustentaría varias hipótesis de los que no tocó vivir pero culminaría diciendo, en todos los casos, que es cosa de Dios.

He estado ya una hora sentada aquí al lado de ellos recordando, alucinando, riéndome.  Ahora me toca pararme y buscar una velita misionera para honrarlos.

Las Putas Escaleras de Rocky Balboa






Han pasado décadas y todavía Rocky sigue siendo una leyenda; claro, ayuda todas las secuelas hasta la 15 creo qué hay . Una de las escenas que uno recuerda es cuando este pendejo decide ejercitarse subiendo las escaleras del Museo de Artes de Filadelfia. Entonces, ahora no solo tengo que ir a al museo sino que hacerlo al estilo de este figureti.

Bueno, lo hice. Subí no como él, sino como la dama fina y delicada que soy. Con paciencia, estilo, sin sudar, sin jadear y menos con la lengua afuera. No entiendo el porqué tantas expectativas por algo que debe realizarse finamente. Total mi objetivo es culturizarme en el museo no hacer deporte.

Las escaleras son bien cómodas y los peldaños amplios y hay bastantes descansos. Eso no dijo Rocky ahhhh, así que ahí algo de ficción americana.

Lo único que no entiendo es cómo puede haber una estatua de Rocky al lado del museo. No hay coherencia. Aquí te das cuenta que la cultura es subjetiva. Me imagino que te dan tu dosis de folklore gringo mientras te capturan para que ingreses al museo.

Bien dice el refrán sobre gustos y colores, no han escrito los autores. Buen jueves!!!!




Mercede