jueves, 19 de septiembre de 2019

¿Por qué es mi lucha?




¿Por qué es mi lucha?

Quién diría que después de casi 6 años reactivaría este blog y la razón sería por una tarea.   Por mucho tiempo ingresaba al  blog de tanto en tanto y veía que tenía movimiento, asi lo marca el contador.  Dejé de escribir ahí porque sostener otras redes me forzaron a sacrificar este espacio; adicionalmente, debo admitir que la persona, mi némesis, que me motivaba a escribir dejó de trabajar en la empresa donde yo también lo hacía.   Ahora releo algunos posts y los comparto con Susi y con Zoila y me pregunto ¿quién era esta Nory?  Intentaré no desviarme y regresaré a la tarea.  ¿Por qué es mi Lucha? 

Visité el DRAE para asegurarme que es lo que debía escribir, finalmente opté por interpretarlo a nivel de lucha interna y ahí va mi confesión.   Vengo cuestionándome hace más de dos años que tanto vale la pena seguir en este país, con dos invitaciones repetitivas en mi haber para emigrar sigo preguntándome porque debo mantenerme aqui.  Los cuestionamientos son fuertes, cada vez que prendo la televisión y escucho a líderes de todas las bancadas y de todos los poderes insultar mi inteligencia tratando de que me tragué su verdad.  Cuánto tiempo insultando al televisor porque es hasta ahí donde llegan mis humildes actos de rebeldía, uno que otro post creyéndome audaz atacando o sosteniendo alguna idea.   Me agoté, me agoté de la larga lista que me niego a enumerar para que no me robe el tiempo asignado a esta tarea.  Me agoté también de mi hipocresía de sentirme super peruana cantando Contigo Perú cuando fuimos, perdón cuando el equipo peruano de fútbol fue a Rusia.  Y, finalmente me agoté escuchando a los políticos hablando de lo maravilloso que fueron los Juegos Panamericanos mientras tapaban más escandaletes.   

Seguir luchando en un país inseguro, donde ya no te reconoces y donde la excusa más importante, a veces, es celebrar El Día del Pollo a la Brasa o el Día del Pisco Sour pero que vive feliz ignorando a las muchas Ni Una Menos.  Seguir aquí esperando que despues de 15 años de lucha con el poder judicial y haber ganado hace más de un año un juicio iniciado por mi fallecido padre, aún este Estado no tenga siquiera programado el desembolso, aunque la ley lo haya ordenado. Seguir aquí donde ya casi no reconoces los acentos regionales de tu país y ahora te pasas tratando de identificar otros acentos de la región sudaméricana, pero hay que tener cuidado como expresas esto porque sino te pueden acusar de xenófoba.  

Ahora, salir de este estado de ambivalencia simplemente por comodidad me ha llevado a que tome una acción de la cual aún no me siento totalmente segura, es más sigo cargando la culpa llamada irresponsabilidad.  He renunciado a la televisión nacional y a leer El Comercio, aunque siga suscrita a el.  Ahí va:  Antes de coger mi maleta he optado por ser una visitante de mi país, solo tomo lo que me provoca, me divierte, me entretiene y me sostiene.  El resto, como decía un jefe intenso, "a mi poco o nada me importa".