"Lo único que uno puede hacer por la gente es sólo llamar al 911 si se requiere"....esa fue a la sentencia final a la cual llego mi amiga luego de contarle mi semana del demonio, donde la desilusión fue la que primo.
La gente rara vez es consciente que inacción duele más que la acción, porque frente a una acción hay una respuesta; pero frente a una inacción hay una pasividad oculta que muchas veces puede confundirse por cobardía.
Las desilusiones causadas por una inacción son muy díficiles de superar porque te debilitan porque te das cuentas que tu fortín, rodeado de murallas levantadas y protegidas por tu amado, tu amante, tu familia, tus amigos en el cual por siempre te sentiste una reina se resquebrajó y lo peor es que fue una grieta interna, entonces empiezas a pensar que pasó, y ahi te haces un auto analísis, y recuerdas nuevamente, que como canción barata, el corazón no se debe entregar al 100%, porque sino te lo agrietan y queda herido y ni siquiera un curita como la figura central de este blog es suficiente para curar la herida. Las desilusiones toman tiempo sanar, una grieta en la piel se recupera rápidamente.
Silencio, maldito silencio, que crees que te protege pero que no hace más que arrastrarte y ahi te quedas tu sólo con tu yo, justificando tus propias acciones, haciendo bromas para contrarrestar tu conciencia, mientras que no puedes ver a los ojos y niegas aceptar lo que causó tu inacción.
Entonces, ahi estoy yo, tratando de recuperar mi maltrecho reinando y pensando ¿como haces para que no te hieran? ¿como haces para ser mas desconfiada? ¿como haces .....?
Recibí cátedra del tema, incluyendo barras y pildoritas para levantar el ánimo mientras que mi presión arterial se disparaba porque intenté jugar con las mismas cartas, silencio maldito silencio, cuando solo quería gritar e insultar.
Entonces que viene ahora, observar detenidamente tus murallas y revisar que cada bloque esté bien puesto o sea el correcto o sencillamente te aíslas. Te das cuentas que sólo debes confiar en tu intuición o quizás más precavidad. Díficil para mi personalidad, pero que tanto más voy a permitir que me maltraten. En todo caso me alejo un rato para sanar y como siempre volverme a levantar.
Bueno blogueros, que sano consejo de conejo me dan.
Adios,
GLEN